NIGHT RANGER “Hole In The Sun”

(Frontiers / Mastertrax)

Por fin vuelve a la actualidad discográfica una de las mejores formaciones de hard rock melódico de la historia. Para mi su trayectoria está a la altura de los grandes Journey, Survivor, Toto, Foreigner o Boston, aunque, Japón aparte, fuera de sus Estados Unidos natales no han acabado de tener el reconocimiento mayoritario que merecería, con discos tan enormes como “Seven Wishes”, “Dawn Patrol”, “Midnight Madness”, “Man In Motion” o “Big Life”. Luego vino un periodo de indefinición y de idas y venidas en la banda con álbumes menores como “Feeding Off The Mojo”, “Neverland” o el último hasta ahora “Seven”, y en este 2007, casi diez años después regresan con “Hole In The Sun”. Un trabajo muy esperado por el que suscribe de una de mis bandas favoritas, y que en una primera escucha me dejó bastante frío y descolocado, no me llamaba en exceso la atención y no reconocía a los Night Ranger de siempre, pero a base de más escuchas le he cogido el punto y me parece un disco más que correcto, aunque por supuesto sin llegar al nivel de sus primeros trabajos y si al de los últimos, con elementos clásicos de la banda, voces magníficas a cargo del bajista Jack Blades y del batería Kelly Keagy, buenas estructuras melódicas y sobre todo unas buenísimas guitarras a cargo de Brad Gillis y Jeff Watson que marcan la pauta y salvan más de un tema. Por el contrario encontramos algunos arreglos demasiados modernos, no me cuadran en absoluto en el estilo de los americanos, por momentos recuerdan más a lo último de Eric Martin en solitario cercano a grupos como Offspring por poner un ejemplo, y además el teclista ex de Great White Michael Lardie no tiene prácticamente presencia en los temas, se echa de menos a Allan Fitzgerald. El disco comienza con fuerza y empuje, los tres cortes iniciales impactan y llaman la atención aunque chocan un poco en un principio, “Tell Your Vision” tiene unas guitarras matadoras con un inicio algo extraño pero con una intensidad y una caña tremendas, secundándola en esta línea “Drama Queen” alegre y dinámica con un estribillo machacón que se clava por fuerza, al igual la coreable que parece hecha para el directo “You’re Gonna Hear From Me” con unos coros “hey, hey, hey” graves y secos muy a lo “TNT” de AC/DC que contrastan con las melodías de voces y guitarras características de Gillis y Watson. La cosa se tuerce con “Whatever Happened” excesivamente sucia y moderna para mi gusto, fuera de lugar, aunque pegadiza e ideal para los pega saltos quinceañeros que disfrutan con los grupos de ahora de la MTV. Vuelven a ser Night Ranger con el precioso medio tiempo marca de la casa “There Is Life” en el que empezamos a enterarnos que hay teclista en el grupo y Lardie se hace cargo del piano acompañando voces y guitarras acústicas en un gran corte con cierto aire Beatles, principal influencia confesa de Blades. Las dos siguientes “Rockstar” y “Hole In The Sun” son algo extrañas, pero con el tiempo se acaban haciendo con un buen hueco en el disco, la primera sobre todo por el aire vacilón que tiene para contrarrestar unas guitarras muy flojitas, y la segunda por su crecimiento sobre todo en lo que a voces se refiere. A partir de aquí y hasta el final la intensidad y la calidad caen bastante, “Fool In Me” es una especie de balada acústica pero sin nada de feeling, aunque las voces y las percusiones la salvan; “White Knuckle Ride” es realmente floja, embarullada, sin chispa, en fin, un tostón (nunca creí que pudiera decir esto de un tema de Night Ranger). “Revelation 4am” mejora algo, no era muy difícil, dentro de un ritmo tranquilo, al menos los arreglos son más claros y currados, pero vamos tampoco para volverse loco, al menos recuperan el nivel con la mejor de esta segunda mitad del disco “Wrap It Up” con fuerza y guitarras en condiciones y con el sabor a la banda de siempre con un punto más de agresividad. El cierre lo pone “Being” que ni fu ni fa, otra especie de balada sosona y sin gracia, que podría ser de cualquier grupillo modernete que se hincha a antidepresivos. En fin, que le vamos a hacer, un disco del que esperaba mucho, pero que por desgracia me ha dejado un poco a medias, aunque eso sí, tiene un trabajo de guitarras tremendo en general y gana con las escuchas, a lo mejor dentro de un par de meses lo tengo entre mis favoritos, pero lo dudo mucho.

Mariano Palomo