STREET TALK “V”

(MTM / Goi Music)

Lo que empezó siendo un proyecto provisional hace diez años nos ofrece ya su quinto LP en el mercado. Si bien el anterior “Destination” de 2004 era un recopilatorio que podía marcar el final de una trayectoria, en palabras de propio Fredrik Bergh alma e impulsor de la banda, parece que aun tienen mucho y bueno que ofrecernos. Dentro de la línea de A.O.R. tranquilo, rozando el west coast por momentos, vuelven a mostrarnos una buena cosecha de temas, llenos de elegancia y calidad. Con la voz del gran Goran Edman haciéndolo como siempre de forma espléndida y moviéndose como pez en el agua en los terrenos del rock más tranquilo que tan bien domina. Las guitarras de Sven Larsson desprenden calidez y clase en cada nota, rivalizando con las teclas del propio Bergh. Todos ellos junto al bajista Björn Lodmark y al batería Christian Johansson dan vida a temas tan buenos como los tres primeros del disco: “Responsible” la más festiva y rockera del trabajo con unos aires a Talk Of The Town totales, la más Toto “Don’t Believe” en la que los teclados de Bergh destacan sobremanera junto a unos envolventes coros, o a “If I Could” que es puro A.O.R. de sabor escandinavo. Por supuesto no acaba aquí la cosa, ya hemos dicho que los once cortes merecen mucho la pena, desde baladas emotivas como “At The End Of The Day” con la acústica como protagonista, “Groundhong Day” y “Oh Maddy” en las que los sonidos más eléctricos llenan el tema junto a la maravillosa voz de Edman, hasta cortes más animados y dinámicos como “Sniper” con grandes dosis de teclados junto a la guitarra de Sven Larsson, o “Family Business” y “Just Like Appetizer” en la onda de la mencionada “Responsible” donde vuelve a destacar el hacha sueco. Entre medias podríamos situar a “Brother Sun And Sister Moon”, un bonito tema para cerrar con temática ecologista, y “Something’s Gotta Give”. Un bonito trabajo en definitiva, de una formación que empezó como algo temporal, pero que afortunadamente sigue dando buenos frutos. Esperemos que por mucho tiempo.

Mariano Palomo