DOMAIN “Stardawn”

(Limb Music / Goi Music)

Estamos ante el disco que puede marcar el final de una etapa en la singladura del proyecto del guitarrista Axel “Ironfinger” Ritt. Y hay varios hechos que nos hacen pensar esto. En primer lugar, tras la publicación de este trabajo el vocalista Carsten “Lizard” Schulz ha abandonado la banda para centrarse en otros proyectos como Evidence One; Segundo, la edición especial del disco se publica con un segundo CD recopilatorio y un DVD; y tercero cierran este “Stardawn” con “Shadowfall”, una pieza épica de más de veinticinco minutos dividida en siete capítulos y que parece servir como epílogo para la carrera de Domain. Por el momento lo mejor que podemos hacer es disfrutar de este redondo que una vez más recoge la calidad y clase compositiva e interpretativa de Ritt y compañía con su rock melódico potente y teatral, bastante barroco y pomposo por momentos, y en el que el hacha germano es el principal protagonista. Desde el inicio de la rápida “All In The Name Of Fire” vemos quien lleva las riendas, con una veloz entrada de guitarra que ya capta nuestra atención. Sigue la cosa más melódica con “Temple Of The Earth” un magnífico corte de rock melódico bien adornado con arreglos de teclas a cargo de Erdmann Lange. Unas teclas que siguen siendo protagonistas en su faceta más pomposas en “Don’t Pay The Ferryman”, una buena adaptación del tema de Chris De Burgh, y de forma más tranquila con el piano en la tierna balada “I Ain’t No Hero”. Vuelve la caña con la más rockera y vacilona “Headfirs Into Disaster” que se sale de la línea habitual del grupo y que resulta fresca y divertida dentro de la estructura más elaborada del resto de los temas, aunque sigue teniendo su buena ración de coros y arreglos de piano, pero mucho más sencillos. Tras esta pequeña licencia, recuperan su línea habitual con un extenso tema de más de nueve minutos que da título al disco y en el que se explayan a gusto con sus desarrollos instrumentales. Más épica de coros cerveceros “Crystal Stone Island” otra de las marcas de la casa, mientras “Help Me Through The Storm” tiene una onda más clásica con un sonido de teclados muy Purple en su inicio. El cierre lo pone la comentada anteriormente “Shadowfall” con sus siete capítulos que prácticamente conforman otro disco dentro del disco, lleno de cambios e influencias operísticas y que me recuerda un poco a Nostradamus (la ópera rock de Nikolo Kotzev). Un cierre grandilocuente para un muy buen disco y quien sabe si para una muy buena etapa. Esperemos acontecimientos.

Mariano Palomo