STRAVAGANZZA “Réquiem”

(Avispa)

Cuando las cosas se hacen con convicción, sin ataduras y sobre todo con una calidad y creatividad que por desgracia son difíciles de encontrar unidas en el actual panorama musical tanto nacional como internacional, lo normal es que el resultado sea de lo más brillante e interesante. Esta ecuación se representa fielmente en la tercera entrega de Stravaganzza, una banda que un principio parecía un simple proyecto paralelo de dos ex miembros de Saratoga y a los que mucha gente no hizo demasiado caso e incluso se cruzaban apuestas a cerca de su fecha de caducidad, pero que a base de trabajo y talento ya tienen en la calle tres trabajos, a cual más interesante e intenso. Una formación que a pesar de algunos cambios en su seno a sabido mantener sus señas de identidad y evolucionar y reinventarse a sí mismos en cada una de sus obras. Y este “Réquiem” desde luego no es una excepción, más bien todo lo contrario, con una base rítmica absolutamente demoledora formada por el polifacético bajista Patricio Babasasa y el batería Carlos Expósito, que también trabaja entre otros con Jorge Salán, ambos compartiendo por primera vez en un larga duración con Stravaganzza y aportando una solidez y contundencia tremendas al sonido del grupo. Por supuesto es fundamental también la aportación de los fundadores del combo, Leo Jiménez que muestra una amplia galería de registros con su voz adaptándola perfectamente a las trabajadas composiciones del disco pero siempre aportando su personalidad y clase, y un Pepe Herrero que con sus guitarras (que igual se te clavan como cuchillos con unos riffs asesinos o igual te acarician con melodías finas y melosas), con su gran trabajo de orquestación y teclados, y con su buenísima producción, vuelve a mostrarse como un pedazo de músico aun por descubrir para muchos. A todos ellos les acompañan los habituales Aroa Martín en labores corales y Rodrigo Calderón en el violín, además de contar con Molly, vocalista de Hamlet, que se marca un buen dueto con Leo en la actual de pesadas guitarras muy a lo Pantera “Hombres”. Los temas tienen cada uno su propia personalidad, pero en general y sin tratarse para nada de un disco conceptual, la mayoría de la temática del trabajo gira en torno a la gente cercana al grupo que por desgracia nos dejó en un breve y reciente espacio de tiempo, caso de Big Simon o Alberto Madrid entre otros. El título “Réquiem” ya nos indica un poco la dirección, y el tema del mismo nombre es toda una declaración y emotivo recuerdo dentro de un contexto musical bastante melancólico, con guitarras pesadas y coros y orquestaciones magníficos, amén de un precioso solo de Pepe. Por la misma temática van “Tu Esencia” compuesta por el batería Carlos Expósito, y “Grande”, tema que Leo dedica a su gran amigo Big Simon y en el que encontramos una fuerza y mala leche notables a pesar de lo triste y emotivo del mensaje que contiene, y que dentro del mismo corte varía estilísticamente varía desde ritmos con bases actuales, hasta afilados riffs, pasando por partes más melódicas con arreglos orquestales, para desembocar en un brutal tramo de voces guturales y guitarras pesadas. Estas partes más oscuras y pesadas están presentes en otros cortes como “Nudos” bastante cercana en su sonido al anterior trabajo del grupo o “Hermanos” con una tremenda intensidad. Como contraste encontramos temas más melódicos, en los que la orquestación y los sonidos más limpios los hacen más asequibles a los menos iniciados, caso de la preciosa “Deja De Llorar” que abre el disco y se postula como claro primer single, o la más progresiva “Paraíso Perdido”. Algo más cañeras se muestran “El Día De Mañana”, “Perdido” y la más original “Máscara De Seducción” con unos muy buenos contrastes vocales a cargo de Leo sobre una interesantísima instrumentación en la que los arreglos y guitarras adornan una potente y técnica percusión. Dejamos para el final el bonus track, “Eloise”, nada más y nada menos que una enorme versión del clásico de los 80’s que popularizó en su momento el añorado Tino Casal, y al que la banda madrileña ha dotado de contundencia y brillo, eso sí, respetando mucho su estructura original. Perfecto broche para un magnífico trabajo que debería suponer la confirmación definitiva de Stravaganzza como grupo de primerísimo nivel en el rock español. Para escuchar a buen volumen y sin prejuicios, seguro que te acaba enganchando.

Mariano Palomo