SHARK ISLAND “Gathering Of The Faithful”

(Frontiers / Mastertrax)

Otros que se apuntan a la tendencia de volver tras un montón de años desaparecidos son los americanos Shark Island. Además lo hacen con su formación original prácticamente al completo, salvo la entrada del prolífico batería Glen Sobel en lugar de Greg Elis, es decir, con el vocalista Richard Black al frente acompañado por el guitarrista y teclista Spencer Sercombe y por el bajista Christian Heilmann. La verdad es que tampoco fueron una banda de excesiva relevancia musical en el panorama americano, apenas con un disco en estudio en el mercado, el recientemente reeditado “Law Of The Order” de 1989 que se convirtió en pieza de coleccionismo, más por su dificultad para conseguirlo con el paso de los años que por su calidad, no me parecía para tanto, y con un mini LP de seis temas en directo del mismo año. Pero este regreso con “Gathering Of The Faithful” diecisiete años después me ha convencido bastante; un disco muy personal, casi intimista, lleno de sonidos acústicos, sencillo, con pocas concesiones al virtuosismo y las aceleraciones, pero pleno de calidez. La voz de Richard Black se muestra personal y aterciopelada a lo largo de toda la obra, con mucho feeling y sabiendo marcar el tiempo de los temas sin aparente esfuerzo, muy bien arropada por la guitarra y los teclados de Spencer Sercombe creando una especie de atmósfera tranquila, aunque en ocasiones también pisan un poco el acelerador y se muestran algo más rockeros como en “The Stranger” con un sonido de guitarra clavado al del “Stargazer” de Rainbow, y en la más festivas y sureñas “Down To The Ground” o “Will To Power”. Por supuesto hay buenas baldas como “Welcome Goodbye”, “Looking For The Sun” con unos magníficos coros muy a lo Open Skyz, o la más intensa “Need Your Love”. Pero donde mejor muestran su calidad Shark Island es en los medio tiempos acústicos, en cortes como la inicial y preciosa “Blue Skies” o la buenísima “Go West”, sin olvidar otras como “Tomorrow’s Child” que recuerda un poco a Badlands o la curiosa “Life Goes On” con un comienzo muy a lo Lenny Kravitz y que acaba sonando a Led Zeppelin. En definitiva un disco bastante interesante, algo largo, pero que supone un más que digno retorno al panorama rockero de esta formación. Recomendado para seguidores de bandas como las citadas, y otras como Tesla o The Cult.

Mariano Palomo