THUNDERSTONE “Evolution 4.0”

(Nuclear Blast / Mastertrax)

Cuando a mediados de 2002 estos chicos fineses se dieron a conocer con su primera obra, “One Way Street”, no pasaron de ser una de las muchas bandas de power melódico surgidas en su país a la sombra de los ya veteranos Stratovarius. Pero con el paso del tiempo, además de confirmar su buena calidad instrumental, han ido evolucionando hacia unos sonidos más elaborados y menos acelerados, con ciertos toques progresivos y donde ha crecido sobre todo la labor del vocalista Pasi Rantanen que recuerda bastante al gran Jorn Lande, haciendo todo ello que este último “Evolution 4.0” nos traiga a la memoria a los primeros Masterplan. Si no basta escuchar temas como “Holding On To My Pain” o “The Source” magníficas y que encajarían sin problemas en la discografía de la banda de Roland Grapow. En cualquier caso no todo el disco tiene ese mismo tipo de sonido, aunque si que se hace presente en bastantes partes del mismo como en la más acelerada “Forevermore” que es otro buen exponente del mismo, también podemos encontrar temas más originales como “Roots Of Anger” metiéndose en terrenos más próximos metal progresivo con intensos cambios de ritmo con la destacada participación del guitarrista Nino Laurenne, o descaradamente power acelerados en “10.000 Ways” que adornan con un buen y eficiente trabajo en las voces. Algo que falla un poco en “Swirled” que se me hace demasiado espesa y oscura, algo que arreglan en cierta medida con “Down With Me”, una buena balada donde guitarras acústicas y eléctricas dan forma a un curioso corte junto a las teclas de Kari Tornack. Recuperan un buen nivel de dinamismo con “Face In The Mirror” donde la voz de Pasi sigue acercándose sobremanera a la de Lande, en la más elaborada aunque algo menos brillante “Solid Ground” y con el cierre definitivo de la mano de “Great Man Down” más melódica y tranquila. Un buen disco que muestra la evolución de la banda como indica su título y que tiene sobre todo en la figura de su vocalista Pasi Rantanen un prometedor futuro.

Mariano Palomo