EMERALD SUN “Escape From Twilight”

(Limb Music / Goi Music)

Al ingente número de bandas dedicadas a seguir el sonido de la época “Keeper” de Helloween, ahora se unen los griegos Emerald Sun. Una formación con casi diez años de historia y que ahora y tras alguna que otra demo, publican su primer trabajo bajo el título de “Escape From Twilight”. Un disco con bastante calidad tanto compositiva como de sonido y que recuerda una barbaridad a la banda de la calabaza, sobre todo en lo que a los registros de su vocalista Jimmy Santrazami prácticamente calcados a los del ahora renegado Kiske. Las guitarras de Teo Savage y Johnny Athanasaidi se doblan bastante bien en todo el disco, aunque dejan bastante espacio para las teclas de Jim Tsakirides que le dan al sonido del grupo un toque más cercano a bandas como Rhapsody o Stratovarius. A esto último colabora también la base que marcan el batería B-Wicked y el bajista Fotis Toumanides. Los temas con las estructuras típicas del power melódico europeo, mucha melodía y buenas subidas en las voces, aceleradas andanadas desde los tambores y buenos solos y cambios de ritmo en las guitarras, sin demasiadas diferencias entre los cortes y con una destacable producción. Desde la intro “Sunrise”, hasta la bucólica balada final “The Story Begins” de aires medievales, el resto que nos encontramos entre medias es bastante similar, “Scream Out Loud” puro Helloween llena de épica pero con buenos toques de teclas, al igual que la más acelerada y extensa “High In The Sky” con buen solo de guitarra. Más clásica suena “Sword Of Light” con grandes agudos de Santrazami y guitarras más a lo Maiden, mientras que con “Eyes Of Prophecy” crean una ambientación más intimista con unos sonidos más pausados que de nuevo recuerdan a la Doncella, en uno de los cortes más destacados de la obra. Vuelta al sonido centroeuropeo con el tema título, algo más previsible y de nuevo con la voz muy a lo Kiske, al igual que “The Story Begins” algo más speedica y machacona. Una voz que desparece en la instrumental que da nombre a la banda donde despliegan su destreza, con buenos solos y cambios de ritmo en sus casi siete minutos de duración, destacando unos intensos duelos de teclas y guitarras, bastante a lo Stratovarius. Un buen trabajo en definitiva y que, junto con el de los italianos Trick Or Treat, es de lo que más me ha gustado dentro del género últimamente.

Mariano Palomo